Construido en 1660, cuenta la leyenda que fue levantado en este lugar a partir de la aparición de la Virgen de los Remedios (Patrona de Ubrique) a la niña Leonor mientras jugaba en la huerta.
Fue construido como convento de Capuchinos a propuesta de Don Rodrigo Ponce de León, duque de Arcos; actualmente se mantiene por un lado la iglesia, donde se puede ver en el centro de su retablo la imagen del s.XVII de Nuestra Señora de los Remedios, y por otro, el edificio donde se encontraban las celdas, el refectorio y el patio, el cual se cedió para fines culturales, y hoy en día se puede disfrutar de una exposición y museo único: Manos y Magia en la Piel.